El lado oscuro de las cosas no siempre es bienvenido. Pero el arte no tiene prejuicios. Y la calle, mucho menos. De aquí, nace la genialidad de los graffitis a sombras. A la luz del día sólo es un dibujo, pero al caer la noche las sombras salen a jugar y a darle vida a este nuevo arte callejero. ¡Me encanta!









Vía @ElPensatorio
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