Todos le tenemos pánico a una hoja en blanco, pero Simon Schubert definitivamente no. Crear formas , diseños y perspectivas increíbles con sólo doblar y moldear el papel me parece fantástico. Gracias Simon por enseñarnos que, al final del cuento, la hoja en blanco todo el tiempo se sale con la suya, siempre hay algo maravilloso que hacer con ella.
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